jueves, 26 de noviembre de 2015

27 noviembre

13 de septiembre de 1936, 

la noche más negra de la Cárcel Vieja





Tendrá lugar el VIERNES 27 de noviembre, 
a las 19:30 horas,  
en el salón de actos de Comisiones Obreras, 
calle Corbalán, 4 de Murcia 
(detrás del Jardín de Floridablanca).

“LA CÁRCEL VIEJA”.- Ubicada en el epicentro urbanístico de la capital murciana, el complejo penitenciario, ya abandonado, se convierte en objetivo tentador para la especulación urbanística, barajándose algunos proyectos que se mueven, entre la opción de convertirlo en un solar para crear espacios deportivos y residenciales, hasta conservar únicamente el frontal de la fachada actual, y arrasar con lo demás para la edificación  de viviendas, sin aclarar mucho de qué categoría.
 
La vieja cárcel murciana, se construyó como “Prisión Modelo” a comienzos de siglo pasado, dentro de un plan de construcciones de estilo ecléctico, con elegantes fachadas de corte neoclásico, realizadas en casi todas las capitales de provincial, conjugando la seguridad, con criterios de humanización del régimen carcelario, atendiendo por primera vez a la  salubridad, luminosidad e higiene para población reclusa.
Concebida para una capacidad de 450 detenidos, en época contemporánea llegó a albergar a algo más de 700 en los primeros días que siguieron a la sublevación fascista de julio de 1936, para ir rebajando esa cifra, al cabo de pocas semanas, al límite establecido, hasta el final de la guerra.
Los libros de registro de entradas-salidas de la Prisión Provincial, consultados exhaustivamente por mí en el Archivo General de la Región de Murcia, acreditan el ingreso de más de 3.500 internos estables, de media entre abril y diciembre de 1939, finalizada la guerra, alcanzando momentos en los que era tal la masificación de republicanos presos, que no había sitio para tumbarse a dormir en celdas, pasillos y patios, llegando la gente a intentar descansar, recostándose sobre las escaleras, o incluso cambiando por una colilla, un espacio para poder dormir más cómodo.
La obra de la profesora de la UMU Fuensanta Escudero “Lo cuentan como lo han vivido”(consultable en PDF en Internet) ofrece multitud de testimonios escalofriantes de republicanos que pasaron por aquel calvario de hambre, palizas, ejecuciones sumarias, violaciones, humillaciones y terror, sobre todo terror, ante las frecuentes “sacas” de madrugada, con destino al paredón del cementerio de Espinardo.

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